jueves, 24 de enero de 2008

Interfaces y Cyberglamoures


Auto y vivienda SAMART/Swatch&BMW



No debemos tener la expresividad de Martha Graham o la altura de las modelos brasileras en las pasarelas de Milan para hablar de gestos y glamoures. Hace poco a mi amiga la abordo su compañera de universidad:

–-Che…que le haces al aparato? –le preguntó, señalado su pequeño fetiche, un Ipod recien estrenado.

Ella respondió:

–Lo uso!.

Contestaba con correcion. La lógica del nuevo bicho que se consigue por 450 dolares en los Estados Unidos y unos 600 en Buenos Aires, es solo una interfaz. ¡Sofisticadísima! Pero interfaz. “Conexión física y funcional entre dos aparatos o sistemas independientes”, define interfaz la Wikipedia. ¿Dónde reside su potencial, ademas de la estetica que lo hace un objeto deseado como una joya? Lo que tiene de verdadera novedad es una nueva manera de uso. La sensibilidad de la pantalla que responde a movimientos muy parecidos a las caricias con las manos es tambien una herramienta para facilitar las relaciones humanas. El estudio de interfaces es hoy el gran asunto del diseño. Y disfrutar de ello es el nuevo glamour que solo ofrece la tecnología alta o baja. La yoga es la primera tecnología desarrollada por un humano con un instrumento, su cuerpo. Hoy en tiempos donde el usuario crea y personaliza, el diseño lo asiste, le facilita.

Toda la cultura material en un determinado espacio estimula una relación de uso, de apropiamiento por parte del cuerpo que podriamos llamar glamour de uso. Los gestos y glamoures fueron un punto de suma atención para la nueva clase ociosa burguesa de la era industrial. Poco a poco la identidad de clase llegó del uso de joyas y piedras preciosas, luego los relojes, pero lo que vino a consolidar la distincion fue el auge en el diseño de instrumentos musicales para la producción de sofisticada y novedosa música. Aprender a tocarlos implicaba habilidades motrices finas. Luego introducir nuevos alimentos al menú europeo implicó el desarrollo de herramientas, utensilios, modos y ademanes. Conocerlos y hacer uso adecuado de ellos en un complicado ritual al que se asistía por horas representaba la evidencia de un nivel de formación y experiencia alcanzadas en aquel juego de apariencias.

Más de tres siglos después la novedad se puede ver y escuchar en internet. El reacTable es un instrumento musical electrónico colaborativo dotado de una interfaz tangible basada en una mesa, e inspirado en los sintetizadores modulares de los años sesenta. Múltiples usuarios simultáneos comparten el control total del instrumento moviendo y rotando objetos físicos sobre la superficie de una mesa circular luminosa. Fue desarrollado por el Grupo de Tecnología Musical de la Universidad Pompeu Fabra Barcelona e incorporado por Björk en su última gira de conciertos.

El Iphone y el reacTable, nuestras tecnoprotesis con avanzadas interfases, redescubren al cuerpo humano real al permitirle movimientos lejanos a los precarios obligados por las maquina y las limitaciones binarias –ON/OFF-, interpretando información venida de un mayor numero de sensores inputs con los que cuenta nuestra microtecnologìa. Esos sensores de temperatura, luz y movimiento le facilitan a la maquina percepciones de su entorno limitado, que casi como a una ameba, responde con impulsos de información que archiva dentro de su programación.

Nuestros cuerpos aligerados de la pesada carga recrean gestos, ademanes e interactúan en el espacio casi virtual en medio de una colectiva privacidad. Manoteamos en el subte, hablamos al vacio y hacemos pases mágicos frente a compañeros en nuestras oficinas como Harry Potter husmeando en esferas de cristal. Tambien “danzan” en medio del living mi amigo y su hijo mientras sus clones virtuales disputan un match de tennis, con los joysticks inalámbricos en las manos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

raul, que rico poder leerte.. me senti como en clase otra vez!!