Fue en 1939 cuando David Mc.Connell fundador de AVON tuvo la brillante idea de tener promotoras puerta a puerta pero solo hasta finales de los cincuenta esta idea se popularizo, cuando las amas de casa americanas contaron con el servicio de “la mascara perfecta” a domicilio gracias a Max Factor y miles de jóvenes que hicieron del arte de maquillar un servicio entre delivery o delux, es un lujo contar con tu propia maquillador en casa. En sus estudios esxs profesionales podrán ser lo que quieran pero en casa de sus clientas lucirán discretxs y correctxs a través de indumentaria sobria que lograra despertar ese complejo sentimiento que llamamos confianza, tanto como para ser convidada a la ritualidad mas intima y personal. Los años de servicio periódico harán de esta relación una obligación tan fuerte para el rostro como para la identidad o el alma y en mas de una ocasión una verdadera amistad o confesión.
sábado, 16 de octubre de 2010
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