Confundirse con el contexto, fundirse en al paisaje hasta no verse, algo así es camuflarse. Mimetizarse es una habilidad que ciertos seres vivos poseen para asemejarse a otros seres de su propio entorno y obtener alguna ventaja en la lucha por sobrevivir. El objeto del mimetismo es engañar a los sentidos del otro, induciendo en ellos una determinada conducta. Los casos más conocidos afectan a la percepción visual, pero también hay ejemplos de mimetismo auditivo, olfativo o táctil y hoy muchos son los ejemplos de seres “want a be a star” desde los que quisieron ser Elvis.
Pero camuflarse podría ser entendido más como los infinitos los trucos desarrollados por la naturaleza y nosotros para lograr desaparecer. Probablemente el ejemplo más popular es el del camaleón, cuyos colores de la piel cambian según el entorno donde se desplace. También son alucinantes los pulpos que cambian de color tan velozmente como se desplazan por el fondo marino, este maestro del escape solo como ultimo recurso, expulsará una nube de tinta que lo invisibilizará. Es con este mismo principio que los investigadores de Ingeniería y Electrónica Informática de la Universidad de Purdue en Indiana, vienen desarrollando un camuflaje con materiales no magnéticos que podría aplicarse para crear una capa de enmascaramiento para cualquier longitud de onda específica del espectro visible, haciéndola “invisible”. Aseguran que tienen resuelto así uno de los dos aspectos requeridos para hacer invisible un objeto, que la luz no debe reflejarse fuera del objeto, ahora trabajan en lograr plegar el espectro de luz para que al doblarse alrededor de éste sólo lo que haya detrás del objeto enmascarado y no su sombra “volumen ausente” de éste.
Dos ejemplos claros de esta vieja estrategia que por evidentes viene rotando en el carrusel del fashion desde hace ya tres décadas, nos presenta el ambiente de Sebastián: camuflaje militar y animal print. El chita, uno de los más sexys felinos que ahora están de moda, parece haber prestado sus manchas al sobrecama de Sebastián. Bien distinto al camuflado -presente en vitrinas en las temporadas 07 a 09- que vemos en tonos de selva en la pared de fondo, habrá que felicitar a ambos, fotógrafo y escenográfo que esta ves nos llevan a un sitio del barroco urbano a través de esta pared. Textura con contenidos, iconos también que sobrepuestos bajo la tutela de una mente brillante logran discursos de compleja belleza. En otros casos este mismo efecto resulta de una lúdica ignorante y desprejuiciada rica en innovación, tan atrevida y a ratos escandaloso como lo amerita el pop.
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