
Arte y moda van de la mano y el maximal encuentra en la alta tecnología su facilitador mientras las calles reflejan nuestra mixtura pop. Étnicos, tecnológicos, naturales, hiperrreales, geométricos, ópticos, tejidos, anime, grafitti o web…todo Multiprint!. Mezcla de estilos visuales que desde los 60s se hace a velocidad de rotativas con la garantía de la eterna durabilidad sintética propia del los derivados del petróleo y una gran acogida entre la nueva cultura ciberpop. Jóvenes, música, imagen y redes sociales que llega al paroxismo hoy entre la pronta-moda y los blogs.
El look multiprint lidera el ranking de los blogs de las lipstick fashionistas y hacen del leggin el fetiche ganador. Irremplazable por cómodo, multiusos y multi-ocasión ahora luce pletórico en imagen para sumar al juego de la corriente maximal pop. Nada que ver con el romántico patcwork donde la mezcla se logra a partir de retazos, aquí se logra por la yuxtaposición de prendas y accesorios cada una con una textura visual particular.
La masificacion de la grafica llegaría de la mano de los diseños ópticos y geométricos de los 50s que lograban mucho con poco y de un simple juego de figura y fondo, llegaron a la psicoledia. Furon los lisérgicos 70s la que hicieron del cuerpo un bastidor y de la piel pintada un traje con la llegada del body art. La misma y pionera top model Verschka diva en blow-up de Antonioni en 66 -protagoniza una de las imágenes mas sexys de la historia del cine- seria la que en 85 se infiltrara en el mundo del arte de Nueva York, proponiendo una muestra de pintura corporal en Tribeca. Junto con Holger Trulzsch, un antiguo amante venia trabajando desde el 76 haciendo de su humanidad trans, un metro ochenta y cinco de escuálido de esqueleto, sirvió de bastidor y su piel de lienzo para recrear animales salvajes o selvas urbanas. Bodie painting devenido una década mas tarde en land art cuando ambos jugaran al camuflaje entre fachadas gastadas, bosques húmedos o terrazas mediterráneas.
Hoy alucinantes técnicas de estampado y tejeduría permiten obtener imagen en todo textil y para todo tipo de prenda. Hace poco la firma española URBE presento su colección donde experimentaron con la técnica de termosublimación con tintas dispersas, una compleja técnica para la impresión de telas en pocos metrajes que revolucionara la industria y permitirá la personalización de los diseños sin el tacto plástico y acartonado de la actualidad. Y fue Sarah Burton, mano derecha y reemplazo en la dirección creativa del diseñador británico McQueen, la encargada de llevar a silueta los diseños textiles seleccionados por el maestro, empleando la técnica de drapeado directo sobre el maniquí. Arte religioso bizantino, madonnas italianas, el dorado de Bizancio y los demonios del Bosco fueron convertidos en jacquards –la imagen se logra por tejido con hilos de diferentes colores y es igualmente visible por el revés- y con ellos se elaboraron los 16 looks presentados a modo de homenaje póstumo en una pequeña sala de Paris ante un reducido publico de amigos y admiradores en marzo pasado.
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