La cultura Boudoir no solo tuvo una expresión en indumentaria íntima, también en una serie de piezas de mobiliario de recámara en la que con esmero y riqueza trabajaron artesanos durante el barroco francés en tiempos del rey sol, tocadores y mamparas que hacían del cuarto un camarín de producción entre perfumes, adornos y afeites para una Señora Diva y su séquito de mucamas, sastres, peinadores. Tanto lujo fue cortado de un tajo por guillotina popular y la incipiente llegada de la era industrial con sus objetos seriados y estándar del siglo XIX. Con la llegada del revolucionario movimiento de artes y oficios ingles -William Morris, 1880-1900-, que proponía el retorno a lo artesanal y decorativo medieval, fueron ya los nuevos ricos burgueses los usuarios de este lujo ornamental. Este estilo llegará en los trasatlánticos al nuevo mundo y en Estados Unidos sera la marca para una moda deco que mantendrá alejado al Noveau francés por las primeras décadas del siglo XX en NY.
Lo que en principio fuera una habitación anexa a la sala de baño devendría en El “tocador”, un hermoso mueble que acompaño a las damas en sus cuartos que consistía de un espejo y series de cajones de todos los tamaños donde guardar perfumes, cremas, polvos, ungüentos y herramientas que se ha desmembrado entre espejos, cajas, mayas, organizadores y un neceser de viaje, otro es el kit de calle y uno mas pequeño aun que es solo de emergencia para acompañar nuestra practica y veloz realidad.
Mas allá del objetos queda todo un culto al tocador como lugar de alquímica transformación, culto al que Sade daría el estatus de filosofía en una obra para teatro publicada en 1795 con la siguiente introducción:
“Voluptuosos de todas las edades Y de todos los sexos, a vosotros solos ofrezco esta obra: nutríos de sus principios, que favorecen vuestras pasiones; esas pasiones, de las que fríos e insulsos moralistas os hacen asustaros, no son sino los medíos que la naturaleza emplea para hacer alcanzar al hombre los designios que sobre él tiene; escuchad sólo esas pasiones deliciosas, su órgano es el único que debe conduciros a la felicidad”
No hay comentarios:
Publicar un comentario