jueves, 20 de octubre de 2011

El Cileo


“La imagen de lo creativo…el cielo”, afirma al inicio el libro de las mutaciones, el I-Ching al describir el hexagrama primero, lo creativo, el cielo.  Celeste y amplio como la pampa donde “lo más lindo es el cielo” resulta el imaginario con la que internacionalmente se reconoce a la silverada Buenos… Aires.
Leve, entre nubes y por los aires, la atmósfera es esa delgadísima capa gaseosa que atraída por la fuerza gravitatoria se mantiene recubriendo el planeta.  Para comprender la dimensión –espesor- de esta, podríamos pensar en una capa de pintura que recubre la esfera, así de delgada es y así de frágil resulto su sofisticado equilibrio que se vino al traste en el siglo XX con la acumulación de gases que producen el temido efecto invernadero y con ellos los riesgos de un supuesto cambio climático.  El asunto para algunos es solo otro caballito del batalla del consumismo –Contra el cambio, Caparrós 2010-, moda cambiante que cuenta con fanáticos seguidores como  Al Gore que después de su derrota contra G.W. Bush en las elecciones presidenciales americanas se reivindico ecolider –supereco- con el documental “una verdad inconveniente”, que en 2007 se llevaría el Oscar y a el de gira millonaria de presentaciones planearías sobre “el cambio” y la necesidad de iniciar un procesos de renovación de fuentes energéticas que nos liberen de los hidrocarburos -según sus fuentes-, los mayores causantes del efecto invernadero. 

Sea como sea es poco el oxigeno y sin tener una gran industria resultan nuestras extensas praderas pobladas de vacas rumiantes tira pedos, uno de los grandes productores de gases invernadero y el agro coloca a la Argentina a la cabeza de los países “contaminantes”.  Según un informe divulgado en el 04 por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) "El sector ganadero genera más gases de efecto invernadero –metano, dióxido nitroso- los cuales al ser medidos en su efecto resultan cien veces mas dañinos que su equivalente en dióxido de carbono (CO2) generado por el sector del transporte.  Otra opción es que no nos hagamos lió y disfrutemos sin preocuparnos mas del cielo azul como Spider-Man o Emiliano, ya que hasta la inofensiva selva del amazonas también produce su dosis de metano por la descomposición y el llamado pulmón del planeta puede resultar siendo una gran cagada…verde!.

También tenemos voces de fervientes “ecologistas” que defienden el consumo de productos orgánicos –cero agroquímicos, pesticidas o conservantes artificiales- para no envenenarse ni envenenar la tierra así cuesten casi el doble, mientras otros aseguran que el asunto es las distancias y los consumos relativos de energía para desplazar lo productos.  Según esto, resulta una hipérbole del consumo comer salmón nórdico en Buenos Aires o por fruta kiwi a miles de kilómetros del lugar de origen. Y hace años circula el rumor entre los mas holísticos afirman que el actual recalentamiento y cambio climático es parte de un proceso de evolución de nuestra querida madre La Pacha y sucedería con o sin nuestra asistencia.

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