Caminaba en tacos de aguja solo cubierta por un enrome visón caoba. En una clásica pasada ochentosa, al llegar al extremo donde están los fotógrafos, Linda hacia un giro cruzando sus largas piernas con ademán “manito a la cintura” -straight the pose, diria Madonna-, y en pleno orgasmo de la moda espectáculo cuando destellan los flashes, gotas de sangre salpican a los de primera que por entonces observan admirados desde un nivel mas bajo. De regreso, al arrastrar por el suelo el abrigo, como gigantesca brocha pinta la escena de rojo que siniestra cambia de impecable blanca a matanza cruel. Así de contundentes fueron los primeros comerciales en contra del uso de las pieles de animales en el circuito de pasarelas de moda en el 87.
Para los noventa el boicot había dado resultados y el negocio peletero resentido argumenta desde entonces “solo se negocian las pieles de zoocriaderos” para no perder sus clientes. La piel de visón sigue siendo la que más beneficios económicos da a la industria, solo en España unos 75 millones de euros al año. Cientos de miles de visones americanos mueren gaseados utilizando monóxido o dióxido de carbono -se necesita matar a 50 visones para hacer un solo abrigo- anualmente en granjas ibéricas. La agonía se podrá alargar hasta 30 minutos. El precio en promedió según el sitio de la fundación Equanimal, de tres a cinco mil euros por abrigo en el mercado europeo.
Aparentemente solo quedan dos caminos para los que sin ser tan extremistas como los modernos Veganos -su cultura anti violenecia con los animales no humanos, les lleva a no consumir productos venidos de animales- queremos respetar la vida. La primera será aprender a usar otras fibras vegetales y esperar lo que vendra de los cultivos manipulados genéticamente. La segunda, es adaptarse y gozar de los avances tecnológicos que permiten a los derivados del petróleo ser desde materiales de alta performace para el frió, hasta imitaciones bárbaras de pelos animales que bien pasan por el natural. No soy muy aficionado a las copias y me parecen de los mas kitsch pero fue en uno de los mejores momentos de Galliano para Dior, cuando vimos un bestiario mutante de leopardos en pink y cebras en fucsia, por la época “Dolly” la oveja clon.
No hay comentarios:
Publicar un comentario